sábado, 2 de mayo de 2015

El inglés y Bernard Shaw




George Bernard Shaw, en su Prefacio a Pygmalion, A Professor of Phonetics, que luego fue una película, My Fair Lady, (1964), escribió sobre las dificultades de la fonética y ortografía inglesas: “The English have no respect for their language, and will not teach their children to speak it. They spell it so abominably that no man can teach himself what it sounds like. It is impossible for an Englishman to open his mouth without making some other Englishman hate or despise him.”[1]  
Esto lo escribió en 1916, y lo podría haber escrito hoy. Todo sigue igual. Y lo que es peor: no puede cambiar.


[1] Inamina.gob.do hace su libérrima traducción así: “Los ingleses no tienen respeto a su idioma y no quieren enseñar a sus hijos a hablarlo. Lo pronuncian tan abominablemente que nadie puede aprender, por sí solo, a imitar sus sonidos. Es imposible que un inglés abra la boca sin hacerse  odiar y despreciar por otro inglés.” Noten cómo evitan los escollos del original. Se los saltan a la torera.