Todo esto viene a cuento porque el otro día vi la versión española de la nueva obra de Bill Bryson, "La casa. Una breve historia de la vida privada." Y eso de "Una" me chocó. La primera errata en la frente, en la portada. Claro, han traducido "A brief history...". Miré quién había hecho la traducción: Isabel Murillo. Compruebo y ella misma me dice:
"Soy traductora literaria, con 20 años de experiencia colaborando con las principales editoriales españolas y cerca de 200 libros traducidos en mi haber." Primero nos dice "colaborando" y luego nos comenta que traduce libros en su "haber", que supongo que es un cuartito o despacho que ella llama su "haber." No sigo con su castellano. Pero en inglés me regala con un dechado de sus conocimientos de esta lengua:
A literary translator with twenty years of experience and nearly two hundred translated books.
I work with the main Spanish publishers and, thanks to my education and prior professional experience, I consider myself as a quality and versatile translator with the ability to address both works of fiction, as historical essays and marketing teatrises or self-help manuals. Among the many authors that I have translated, I can mention Lorrie Moore, Khaled Hosseini, Cassandra Clare, Charlaine Harris, Conn Iggulden, Sebastian Junger, Ian Kershaw, Seymour Hersh, Pearl S. Buck and Charles Darwin.
Quality and versatile translator? Go back to school and study both Spanish and English.
Muchos que ignoran su propio idioma se lanzan a traducir y encuentran editoriales que publican sus traducciones.
Van a pensar que soy un poco cruel. Quizá. Pero es que tenemos que hacer las cosas bien, o por lo menos intentarlo. Son los traductores de chicha y nabo los que están llevando el castellano por cauces inverosímiles, importando maneras de decir ajenas al idioma.
Sorry.
I rest my case.