Dicen
que la lengua inglésa no se pronuncia como se escribe. Claro: embutir en 26
letras los 45-55 sonidos de la lengua inglesa es imposible.1 Por razones
históricas y del devenir de los idiomas, las cosas son como son y no tenemos
más remedio que aceptarlas tal cual. Quejarse de que el inglés es difícil de
escribir y de pronunciar es hacer de plañideras y perder el tiempo. Si un caso será difícil
para todos, hasta para los nativos, como decía Bernard Shaw en Pygmalion.
Una
mala noticia es que tanto el inglés como el castellano comparten el mismo
alfabeto. Y el inglés no emplea signos diacríticos de ningún tipo. Se las
arregla con 26 letras para tratar de representar unos 50 sonidos, más o menos,
y sus variantes A las claras esto es un imposible.
Los
hispanohablantes están convencidos de que dominar la fonética inglesa no tiene
arreglo. Pero sí lo tiene. Aprender a formar los sonidos técnicamente bien nos
asegura una buena pronunciación, comprensible y aceptable.
(De la Introducción a mi Phonética inglesa para hispanohablantes, en preparación.)
[1] “… whether the
number [of sounds] in English is forty-five or fifty-two or something in
between, it is quite a lot. But having said that, if you listen carefully, you
will find that there are many more than this (sic).” Bill Bryson, Mother
Tongue, p. 86.
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