Llamo
traducción exprés a la que se hace de manera alocada, sin reflexión, al momento
y de manera aleatoria. Se suele encomendar a alguien que ha visitado Inglaterra
“un mes”, o que ha estudiado el idioma inglés, o que es “bilingüe”.
La
última traducción alocada viene a cuento porque Donald Trump ha nombrado al general James Mattis, Ministro de Defensa (Defence Secretary). El general tiene varios apodos, y uno de ellos
es el de “mad dog” que los traductores exprés han volcado al castellano como “perro
loco”, en vez de “perro rabioso”. Parece ser que en la cultura de los marines
(infantes de marina) “mad dog” es un remoquete altamente apreciado y que es
casi un piropo, para una persona rabiosamente audaz, sin miedo y que va a por todas.
Mad dog es un perro rabioso, que tiene la
rabia, una enfermedad. A mad dog is
affected by rabies. Las mad cows
sí se podían traducir por vacas locas.
Esto de los apodos en el mundo anglófono es digno de estudio. El apodo es casi parte del nombre y se emplea mucho. En la cultura hispánica ha desaparecido.
Recuerdo a "Ike", a "Tricky Dickie", a "Jack Kennedy"... y muchos más.
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