En momentos de menoscabo, como el actual, me pregunto si para muchos vale la pena el esfuerzo y la disciplina y el dinero, también, que implican aprender inglés. ¿Para qué les va a servir? No van a viajar, tampoco leerán el New York Times, no lo hablarán en el bancucho donde trabajan, y sus amigotes de la taberna y del Aleti, o del Barça no lo hablan y a duras penas se expresan en el suyo propio. Es fácil decir: "¡Voy a estudiar inglés!" Y un profesor o una academia honrados le deben explicar esto al presunto alumno. (Se dice "alumno" y no "aluno", como dicen muchos.)
Y ahora lanzo la pregunta: ¿Esto lo escribo en chunga o en serio?
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