jueves, 10 de agosto de 2023

ESTUDIAR Y SUS CONNOTACIONES

 


El verbo estudiar, étudier, estudar, studieren, to study, studiare, es una especie de verbo maldito, anatema en las mentes de la gente corriente, para todos: niños, jóvenes, maduros y viejos, a los que la palabra trae a la memoria la época de estudiantes –gente que estudia-, los profesores agrios, repelentes y maleducados que nos amenazaban con exámenes, con malas notas, con expulsiones de clase, con decírselo a nuestros padres… y nos decían cada dos por tres que debíamos estudiar y no lo hacíamos.

El verbo anatema proviene del latín studium que equivale a studere que significa ocuparse en, dedicarse a, concentrarse en. A la vista de esto propongo que cambiemos ese verbo por otro u otros: aprender y concentrarse. Y propongo más: para aprender no hace falta estudiar. No es necesario poner los codos sobre una mesa. No es esencial encerrarse en un cuartucho como monje enclaustrado. Para aprender sólo necesitamos aprender: retener en la mente lo que sea, almacenarlo en la memoria y poder usarlo cuando queramos. Y eso se puede conseguir dando un paseo, echando una rápida mirada a una frase o párrafo, oyendo un nombre o número de teléfono por fugazmente que sea, escribiendo algo o, mejor aun, haciendo un esfuerzo consciente y extremo para almacenar aquello que queremos recordar o retener en la memoria.

Dejemos, pues, de estudiar y comencemos a concentrarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario