A caballo regalado no le mires el diente
Do not look a gift horse in the mouth
San Jerónimo (c. AD 342-420) lo tradujo en la Epístola a los Efesios, pero en latín: Noli equi dentes inspicere donati.
La edad de los caballos se conoce por el desgaste de sus dientes. Cuando nos regalan algo no debemos ponerle reparos, aunque el caballo sea viejo.
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