sábado, 27 de abril de 2013

THE FIRST CERTIFICATE

No me equivoco si escribo aquí que en España la enseñanza – desde guarderías a universidades, pasando por institutos de empresa, y academias de todo tipo– es un negocio tan suculento como el negocio de la prostitución. ¿Creen que exagero?

El British Council/Instituto Británico es una de las mejores máquinas de generar dinero que ha creado el Imperio Británico y que casi deja en pañales a la Honourable East India Company (que de honorable no tenía nada).

 ¿Exagero otra vez? «Mi hija ha ido siempre al British», oigo con frecuencia, como si el «British» fuese Harvard o el MIT. La estupidez humana es algo que debería estudiarse más a fondo. En conjunción con la Universidad de Cambridge controla y confiere el famosísimo First Certificate (que todos pronuncian «sertífikeit », como si del verbo se tratara) y que todos anhelan poseer como el súmmum, el no va más, lo mejor. Pero la realidad revela que es un negocio que genera mucho dinero en todo el mundo. El British Council se aprovecha de la estupidez de la gente, del ansia de titulitis, para recaudar muchas perras. Así de claro.

Pregunten cuánto cuesta el dichoso examen. Yo mismo caí en sus redes de rapiña y fui objeto de un timo con mi hijo de tres años. Con el First Certificate y un euro y medio puede usted viajar en un autobús en Madrid. Y eso simple y claramente es así porque hoy, en España, este certificado es papel mojado que no tiene ninguna validez oficial. El First no está homologado en este país. Los hay que con ese certificado en el bolsillo son incapaces de mantener una conversación en inglés.

También los hay que con una Licenciatura en Filología inglesa tampoco pueden expresarse con soltura. Trato de explicar que es necesario aprender inglés. Es mejor hablar el idioma bien y con soltura en una entrevista que reseñar en el currículum que se tiene el First. Obras son amores y no buenas razones. Por ejemplo, mi alumno David Díaz de Quijano. traduce en su oficina, lleva correspondencia en inglés, redacta en las dos lenguas… pero le pidieron, a pesar de la evidencia, que obtuviese el First. Y lo consiguió, claro. Pero la pregunta es ¿para qué?

Los padres aquejados de la enfermedad de la titulitis quieren que su hija de 16 años se presente al First. Y yo les pregunto… ¿Para qué? ¿Qué va a hacer la niña con el First Certificate a los 16 años? Todavía tiene mucho castellano que aprender y mucho inglés que dominar y mucha cultura que obtener. No hay prisa. Todo a su tiempo.

He entresacada esto de mi El laberinto del idioma inglés, Ediciones del Serbal, 2009.

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