Por esas cosas que pasan, hoy me he sentado al teclado y me ha llegado a la cabeza Javier Cantera Garde, alumno mío de inglés y amigo de charlas. Muríó a los 40 años de un infarto (1971-2012). Causa mucha desazón y tristeza ser testigo de la muerte de tus alumnos, que llegan a convertirse en amigos.
Javier me contaba que sus amistades le decían con frecuencia que tenía mucha suerte de hablar inglés. "Llaman suerte a venir a tus clases dos veces por semana y a estudiar con asiduidad." Se enfadaba con razón porque daban a entender todos que eso de hablar un idioma extranjero no es cuestión de esfuerzo sino de "suerte." Esta anécdota de Javier Cantera la he contado mucho a mis alumnos.
Como decía Javier, no es cuestión de suerte alguna, es cuestión de interés y de constancia.
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