El extranjero y la ortodoxia en el idioma
El hablante extranjero y el purismo
Si está mal y suena mal que un nativo diga “pos” por
pues, “na” por nada, “ayer bailemos” por ayer bailamos, “detrás mío” por detrás
de mí… en boca de un extranjero es chocante y causa mala impresión.
Un inglés puede escribir “alright” por all right. Puede
decir “I wana go early” por I want to go early; “he doesn’t know nothing” por
he knows nothing; “he ain’t here no more” por he isn’t here anymore… pero un
hispanohablante no debe repetir eso.
El extranjero tiene que ser siempre, en materia de lenguaje,
más papista que el Papa. El extranjero debe ser como los conversos a cualquier
religión, más religiosos que los practicantes de toda la vida. Los nativos
pueden ser heterodoxos, los extranjeros no y deben ser ortodoxos a rabiar.
No nos va a gustar que alguien nos llame “cabrón” pero si
esa palabra sale de boca de un extranjero, con acento y mal pronunciada, seguro
que nos enfadará mucho más.
Cada uno en su lugar y Dios en el de todos.
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