Hoy
me he reunido con mi vecino y amigo que ha vuelto de Inglaterra para las
vacaciones después de tres meses. En esos tres meses ha adquirido soltura en la
comunicación pero la base sigue mal; los cimientos no están bien colocados y
asentados, con lo cual el edificio del idioma inglés hace agua por todas
partes.
Lo
que digo siempre: el aire de Londres, de Nueva York o de Dublín no insufla el
inglés en el aprendiz de la lengua. El idioma hay que trabajarlo.
Esos
tres meses no han logrado que aprenda que después de preposición debemos
emplear el verbo en gerundio: for
writing, after eating, before coming.
Sigue
confundiendo every day con all day, y dice all days constantemente por todos
los días.
Is possible
le sale de la boca con toda naturalidad, en vez de it is possible.
Y
lo que es peor, I can to speak, she can to go, le parece normal, en vez
de I can speak, she can go.
I have differents books, es uno de sus errores favoritos. ¿Es posible que no sepa a estas alturas
que el adjetivo inglés no cambia?
Mi
vecino sabe que está mal todo eso, y comprende cómo hacerlo bien… pero no es
bastante. En el aprendizaje de idiomas, saber y comprender no es suficiente: hay que machacar, repetir y repetir y
repetir.
Y
si no nos corrigen, podemos estar en Inglaterra toda una vida y seguiremos
cometiendo esos errores.
Para
aprender un idioma no es suficiente ir al país. Hay que estudiar y repetir mucho.
Le voy a regalar mi GRAMÁTICA INGLESA PARA TORPES (Anaya/Oberón) a ver si le puedo ayudar.
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