Los métodos milagrosos se dan
en todo: en la pérdida de peso, en la puesta en forma del cuerpo un mes antes
de las vacaciones… y muy especialmente en el aprendizaje de idiomas. Durante mi
carrera profesional he visto cómo aparecían y desaparecían todo tipo de métodos
milagrosos para aprender sin esfuerzo (Hay un texto que se titula El inglés sin esfuerzo), en pocas horas,
cómodamente escuchando grabaciones, viendo escenas de la vida cotidiana en
televisión, hablando por skype con el profesor, sentándose en la academia
delante de un ordenador… El colmo. Había un texto que prometía hablar inglés en
diez días. Ahora le ha salido un competidor que promete hacerlo en ¡siete! En
sólo siete días aprende usted inglés. ¿Quién da más? ¡Parecen charlatanes de
feria! ¡Timadores! Trileros.
¿Y qué prisas tiene la gente? Todo requiere su tiempo. Las mujeres siguen gestando en nueve meses. El día sigue teniendo 24 horas. La tierra tarda 365 días en dar la vuelta al sol. Lo importante en idiomas es perseverar porque la tarea es de por vida. Perseverar y disfrutar de su aprendizaje, de poder comunicarse con otros en idiomas diferentes. Y es el mejor ejercicio neuronal para los cerebros maduros.
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