Santiago Ramón y Cajal (Premio Nobel de Medicina) dijo de
la voluntad y del trabajo: “… la religión de la voluntad soberana; la fe en el
trabajo; la convicción de que el esfuerzo perseverante y ahincado es capaz de
modelar y organizar desde el músculo hasta el cerebro, supliendo las
deficiencias de la Naturaleza y domeñando hasta la fatalidad del carácter, el fenómeno
más tenaz y recalcitrante de la vida.”
No hay fórmulas mágicas más que las que nos dan la voluntad y el
trabajo.
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