El idioma no miente pero la gente junta las palabras, las posiciona, las escoge, de manera tal que sirvan a sus propósitos de engaños, estafas, supercherías, decepciones, embustes... y más. Me refiero esta vez a los bancos, que se aprovechan del idioma para presentar una imagen bondadosa, eficaz, honrada, proba e íntegra de su actividad, con un descaro inaudito. Pagan a otras entidades sin escrúpulos para que presenten su negocio como altruista.
Eslogan es para María Moliner: "Expresión breve muy significativa y fácil de recordar."
"Trabajamos para ti." (Trabajamos para ganar dinero sea como sea.)
"Somos tu banco amigo." (Con amigos así no necesitamos enemigos.)
"Tráenos tu hipoteca y nosotros haremos el resto." (Te desplumaremos y te amargaremos la vida.) "
"Te estamos esperando." (Para engañarte y exprimirte.)
"Somos alguien en quién confiar." (Desfachatez inaudita.)
"Justo, personal y sencillo." (Ninguna de las tres cosas, al contrario.)
Sobre el eslogan hay mucho que decir, claro, y ya lo estudiaremos con calma más adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario