Si no me equivoco, Sherlock Holmes nunca llamaba por teléfono a nadie. El detective mandaba telegramas. Y durante unos 150 años el mundo se comunicaba con rapidez por medio de la telegrafía. La gente iba a Telégrafos, escribía un mensaje, pagaba por palabra, y éste se recibía en poco tiempo.
Repito: se pagaba por palabra, y era costoso. Así que era necesario aguzar el ingenio para decir mucho empleando pocas palabras, las justas, las necesarias. "Llego mañana Atocha once treinta Armando" 6 palabras en vez de: "Querida Paquita: Llegaré mañana por la mañana a las once treinta en tren, a la estación de Atocha. Un beso y un abrazo, tu Armando."
Recomiendo que, sin exagerar, empleemos el método telegramático de redacción para escribir emails de negocios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario