Los hispanos tienen fama de ser procrastinadores. Procrastinan hasta su procrastinación, y por eso en el mundo anglosajón comentan "mañana, mañana" cuando se refieren a los hispanohablantes. Tenemos la expresión tarde, mal y nunca que es el epítome de hacer las cosas tarde y además mal, y por ende, nunca. Pero, claro, con eso de cría fama y échate a dormir, los anglófonos se creen libre de culpa, aunque tienen su fraseología paralela en too little, too late y en otra que me gusta: a day late and a dollar short. Todo esto demuestra que en todas partes cuecen habas y que la fraseología paralela, inglés castellano, tiene mucho camino que (por) recorrer.
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