miércoles, 25 de enero de 2023

DEQUEÍSMO ESPAÑOL


 

El empleo desaforado de la preposición de delante de que cuando no es necesaria: Me ha dicho de que no le interesa, debe ser me ha dicho que no le interesa. Me alegro de que hayas llegado bien, debe ser me alegro que hayas llegado bien. No creo de que llueva, es no creo que llueva.

Debe emplearse de cuando el verbo domina esta preposición: informar de, avisar de, dudar de, cuidar de, preocuparse de y no con otros verbos que no la rigen: le informamos de que no abriremos mañana, dudo de que diga la verdad.

Una regla útil es: si la pregunta lleva de, se emplea. Por ejemplo: ¿De qué se preocupa? Se preocupa de que llueva. ¿De qué duda? Duda de la opinión del jefe. Pero: ¿En qué piensa? Piensa en la economía. ¿De qué tiembla? Tiembla de frío.

No se debe decir: Temo de que no venga. Pienso de que no lo comprará. (Aplíquese aquí la prueba de la pregunta.)

No escriba: te digo de que vamos a tener mal tiempo, sino te digo que vamos a tener mal tiempo. No escriba: Creo de que mañana no lloverá  sino creo que mañana no lloverá.

Acordarse, alegrarse, enterarse, convencer, estar seguro, informar y convencer, deben construirse con de que: Le informamos de que las tarifas subirán un 50 por cien. Me alegro de que ye hayan ascendido. Convéncele de que tenemos razón.

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