En la Edad Media, como ahora, los carteristas acudían a las Ferias de toda Europa para "trabajar". En Inglaterra operaban de la siguiente manera: cubrían la cabeza de la víctima con la caperuza del abrigo al tiempo que le cortaban la bolsa de dinero que llevaba al cinto. La caperuza cubría los ojos y daba tiempo al ladrón a cometer el robo. De ahí la expresión "to pull the wool over someone´s eyes" que significa engañar, timar, "dar gato por liebre." Y así podemos decir "I´m not stupid, so don´t try to pull the wool over my eyes" cuando algún listillo inglés trate de "darnos gato por liebre". El origen de la expresión castellana, que tanto se emplea, es conocido: en las ventas de antaño servían a los parroquianos gato en vez de liebre, que era más barato. Más de de uno de nosotros lo habrá comido sin notar la diferencia. Seguro.
"Lo importante es que no le den a uno gato por liebre." O sea, que lo importante es que no nos engañen, nos dice Xavier Domingo (Sabores de España, 1992) aunque eso es difícil a veces.
"She was lying through her teeth, pulling the wool over his eyes, playing fast and loose with the facts." ( Ray Vukcevich, Fantasy and Science Fiction, vol. 106, 2004.)
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