De todas las expresiones que tenemos sobre la lluvia, las más clásicas y las que más me gustan son: "To rain cats and dogs" y "Llover a cántaros", ambas implican agua torrencial.
Cuando el alcantarillado en Europa no había llegado, y tardaría en hacerlo, las calles hacían de sus veces. Un surco en medio del arroyo llevaba toda clase de aguas negras, inmundicias y perros y gatos muertos que se ahogaban cuando caía una fuerte tormenta. De ahí el origen de la frase: "It´s raining very hard, it´s raining cats and dogs."
Un cántaro es (era) un recipiente de barro, panzudo y de boca estrecha que se empleaba para acarrear agua a las casas. Equivale a unos 16 litros. "Llover a cántaros", pues, es llover muy copiosamente.
Ambas frases son de uso popular.
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