Ayer, en Madrid, sentados en un banco de un pequeño parque, mi hija Laura y yo comparábamos su carga semanal lectiva en su colegio, y la mía en la universidad. Y como los temas vienen rodados, comentamos los horarios laborales de antaño y de hogaño. Mencioné el gran avance de la "semana inglesa", que sorprendió a Laura. Se trabajaba, como gran logro, seis días a la semana, de lunes a sábado. La "semana inglesa" permitía laborar los sábados por la mañana, no por la tarde, y los "productores" (como llamaba la dictadura a los trabajadores) libraban el sábado por la tarde. Esto es ya cosa del pasado, aunque creo que es bueno recordarlo.
"Gastón propuso, a los postres que, pues era sábado y hacía semana inglesa, dedicásemos la tarde a un paseo..." Rafael López de Haro, Yo he sido casada, 1930. Esp.
"La ley de ocho horas, la semana inglesa con la mitad del sábado de descanso..." Arsenio Torres, La carta magna del trabajo..., 1945. Arg.
"Cuando hacia 1870 comenzó a generalizarse en Gran Bretaña la supresión del trabajo durante las tardes del sábado (semana inglesa), algo que los trabajadores del continente conocerían muchas décadas después..." José Antonio Piqueras, El movimiento obrero, 1992. Esp.
Talking about learning something new every day! And it wasn’t so long ago!
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